Levadura de cerveza: el mejor valor nutricional.
La levadura de cerveza es un hongo unicelular que se utiliza, entre otras cosas, para la fabricación de cerveza, pan y vino. También se emplea en forma de suplementos alimenticios, aunque en este último caso se seca a altas temperaturas para que no haya posibilidad de fermentación. La levadura de cerveza proporciona una importante cantidad de proteínas y vitaminas del grupo B, por lo que tiene una especial incidencia en los beneficios relacionados con la piel y la buena salud emocional.
Es importante que sepamos diferenciar entre la levadura de cerveza apta para consumo humano y la levadura de cerveza virgen, cuya ingesta puede provocar trastornos gastrointestinales. También es importante matizar que no contiene alcohol, lactosa o gluten, ni ninguna clase de conservante o colorante, por lo que es un complemento alimenticio adecuado para los celíacos y las personas con intolerancia a la lactosa.
Propiedades nutricionales de la levadura de cerveza:
La levadura de cerveza tiene multitud de propiedades y beneficios para nuestro organismo, según atestiguan diversos en la Universidad de Bewer Maryland Medical Center. Es una fuente de proteínas con gran valor biológico, es decir, que cuenta con todos los aminoácidos esenciales, incluyendo la lisina.
Es rica en vitaminas del grupo B, las cuales inciden en el sistema nervioso y fortalecen el sistema inmunológico. Este tipo de vitaminas son muy importantes para los grupos de avanzada edad, personas que siguen dietas de adelgazamiento bajas en calorías y vegetarianos estrictos o veganos, que corren mayor riesgo de sufrir carencias en su alimentación.
Además, la levadura de cerveza destaca por aportar carbohidratos, así como ácidos grasos insaturados y lecitina, los cuales ayudan a regular el nivel de colesterol y los triglicéridos.
Entre sus propiedades cabe destacar su riqueza en minerales como el cromo y el hierro y su bajo contenido en sodio, que hacen que sea recomendable para pacientes diabéticos, personas con hipertensión y para prevenir estados anémicos.
Como vemos, la levadura de cerveza ofrece innumerables beneficios para nuestra salud y está indicada tanto para personas que llevan a cabo actividades físicas o psíquicas muy exigentes, como para deportistas, estudiantes y adolescentes.
Proteínas
La levadura de cerveza tiene un gran contenido de proteínas, mucho más que algunos vegetales como la soja o incluso más que la carne animal, aunque no hemos de olvidar que la carne y el pescado son los alimentos cuyas proteínas tienen mayor valor biológico, lo que quiere decir que contienen todos los aminoácidos esenciales en las cantidades precisas para que nuestro organismo desarrolle sus propias proteínas (enzimas, hormonas, etc). No obstante, cuando se sigue una dieta vegetariana, es importante saber qué alimentos son ricos en proteínas con determinados aminoácidos para complementarlos con aquellos que tengan los que faltan para completar una proteína de alto valor biológico. Recuerda que una buena forma de proveer a tu organismo de proteínas de buena calidad es combinar cereales con legumbres y añadir cierta cantidad de semillas, frutos secos y suplementos como la levadura de cerveza.
o Vitaminas del grupo B
La levadura de cerveza es uno de los suplementos más ricos en vitaminas del grupo B, un tipo de vitamina esencial para una correcta funcionalidad bioquímica y metabólica del organismo. Las vitaminas del grupo B ayudan a metabolizar determinados nutrientes y son imprescindibles para mantener en buen estado el sistema nervioso y el sistema inmunitario. Las personas vegetarianas carecen muchas veces de ciertas vitaminas del grupo B, lo que puede desencadenar distintos trastornos. Por eso incluir la levadura de cerveza a las ensaladas u otros platos es una buena forma de proporcionar al organismo las cantidades de vitamina B que necesita.
Cómo tomarla
La levadura de cerveza se presenta en distintos formatos. Podemos encontrarla en el mercado en polvo. Hay muchas formas de tomar la levadura de cerveza. Una de las opciones es espolvorearla sobre ensaladas, sopas u otros guisos, o incluirla en zumos o batidos dulces para que pase inadvertida, aunque se puede optar directamente por adquirirla en comprimidos o pastillas.
Es imprescindible subrayar que las dosis diarias están en torno a dos o tres cucharadas al día, y es preferible distribuirlas en varias tomas para que no modifiquen el sabor de los alimentos.
Es importante siempre pedir la opinión de algún experto.